Es verdad que como metas de año nuevo deberían estar ejercitarnos, comer mejor y todas esas que, a veces, cuestan un poco. Sin embargo, es bueno pensar en hábitos para incluir en nuestra vida y que nos ayuden a mejorar la salud.
Son acciones rápidas, pero que pueden contribuir con que nuestro organismo funcione mejor. Te comparto algunos:
- Agua caliente con limón en ayunas. Llevo desde noviembre del año pasado de hacerlo rigurosamente. Es buenísimo para mejorar la digestión, problemas estomacales. Es alcalinizante por lo que ayuda a equilibrar la alquilinidad y la acidez del organismo. Asimismo contribuye en una mejora en la circulación de la sangre, aporta vitamina C, mejora la inmunidad del cuerpo y previene de cálculos renales.
- Estirarse antes de levantarse. Estoy segura que en el trajín diario y en nuestra vida de adultos nos levantamos tal cual abrimos los ojos. Otro hábito para incluir en nuestra vida es tomar unos minutos y estírate, eso hace que tu circulación se reactive y que te sientas más enérgica para iniciar el día.
- No te bañes con agua caliente. Es mejor usar el agua a temperatura corporal y acabar con agua más fresca. Eso te ayudará a cerrar los poros de tu piel y evitar algún golpe de calor.
- Relajar el cuerpo y baja tus hombros. A lo largo del día empezamos a acumular tensión y nuestros hombros se empiezan a subirse. Eso acumula toda la tensión y puede causar dolores de cabeza, de cuello y hasta mal humor. Toma unos minutos, baja los hombros, mueve el cuello de un lado a otro y respira.
- Cepilla tu piel antes de bañarte. Otro hábitos para incluir en nuestra vida es referente a nuestra piel. Es importante que el cepillo sea de cerdas naturales. Justo antes de bañarnos, nos cepillamos. Con eso ayudamos a estimular la circulación sanguínea y la exfoliación de la piel. Inicia por los pies en sentido ascendente hasta el corazón. No ejerzas mucha fuerza.
Un abrazo, Ari.