A lo largo de los años, la sociedad ha experimentado muchísimas transformaciones. Guerras civiles, crisis económicas, represiones contra la mujer, luchas de clases, en fin, cada acontecimiento ha dejado huella en esta industria. Con cada suceso nuestro vestir cambia, no queda más que decir que somos el reflejo de las transformaciones de nuestra sociedad exigidas por nosotros mismos.
La teoría de que la moda nace en las calles toma más fuerza porque somos los consumidores, nuestros estilos y formas de comportamientos los que dictan el rumbo de lo que deseamos. Los diseñadores estudian a profundidad ese grito de la sociedad, buscan satisfacer las necesidades y crearnos otras que ni siquiera contemplábamos. Los sucesos sociales transforman nuestros pensamientos que hacemos visibles en la indumentaria que utilizamos a diario.
Por ejemplo, hoy en día hay una gran masa movilizándose hacia la sostenibilidad. Cada día aumentan las personas que toman conciencia de la necesidad de cuidar el medio ambiente, de ser responsables para evitar los daños ambientales, hay más personas queriendo ser saludables en todo aspecto de sus vidas. ¡La sostenibilidad esta de moda!
¿Qué es? Es una filosofía del diseño y de la tendencia de la sostenibilidad, donde su proceso creativo se comprometa con el ambiente, la responsabilidad social y el consumidor. ¡Es una unión muy armoniosa!
Bajo esta ideología se rigen muchísimos aspectos, entre ellos: la elaboración de productos que sean correctamente remunerados a sus fabricantes, quienes, además, cuenten con las condiciones laborales necesarias y pertinentes para cualquier trabajador.
Otra arista es que se procura que la elaboración de la indumentaria contenga menos impacto ambiental de manera que su huella de carbono se vea reducida. Por supuesto, no podemos evadir todos los materiales que son empleados para la fabricación de nuestros implementos, por lo que parte de esa moda sostenible es dejar de usar pieles para incorporar materiales trabajados como el PVC, o dejar de incorporar el coral rojo y crearlo con resina. ¡Es todo un reto!
Varias marcas de moda rápida como H&M han iniciado su proceso de responsabilidad ambiental. Hace unos días fui a la tienda y por llevar las prendas usadas te dan un bono de cinco euros para la próxima compra superior a los 30. La idea es vender esa ropa a tiendas de segunda y destinar el dinero a organizaciones benéficas y proyectos de mejora de plantas de reciclado. La ropa que no está en condiciones de venderse se recicla convirtiéndola en trapos de limpieza.
Muchos dicen que son tácticas de las grandes empresas para limpiar sus hechos brutales sobre la ecología. Pero, independientemente de las razones, lo cierto es que hay bastantes actores caminando hacia la moda sostenible. ¿Quieren conocerlos? ¡Se los compartiré en estos días!
Un abrazo fuerte,
Ari.
Fotografías: pinterest.