Debo contarles que durante mi estancia en Perú fui varias veces al Atelier para realizar entrevistas.
Mientras trabajaba vi un crop top espectacular. Era de la marca Chica Mala, color blanco y con un diseño de un tigre al frente, pero en medio de mis carreras lo dejé ahí.
¿Cuál fue mi triste sorpresa al regresar? Ya lo habían vendido.
¡Qué desilusión! Pero continué buscando. No lo encontré pero me encantó otra prenda de esa misma marca.
Su tela es color menta y algo transparente, con sutiles diseños étnicos, con una forma diferente y bastante fresca. Simplemente la tomé, me la probé y la hice mía de una vez.
Me llamó la atención el nombre de la marca: Chica Mala, y aunque la diseñadora principal, Milushka García, no se encontraba en la tienda la contacté para consultarle de sus creaciones.
“Somos una marca fresca que más que realzar el lado cándido e inocente de una mujer, lo mostramos sin caretas. Exponemos el lado real de una mujer, esa manera egoísta que tiene de querer todo solo para ella, el lado caprichoso y exquisito de durar mucho tiempo para decidirse por una prenda“, me comentó Milushka.
El nombre Chica Mala nace a raíz de que el segundo diseñador, novio y socio de Milshka, lo eligió en honor a su carácter de cuando eligen telas colores, diseños… ¡Creo que en realidad solo ellos entienden su proceso!
Estos chicos siempre buscan realzar colores, texturas, dándole un plus de algún detalle o acabado. Sin duda alguna, mi blusa busca realzar mi espalda y yo fascinada.
Creo que fue meramente casualidad: la chica que se llevó mi top y yo con otra blusa que me hacía feliz cumplimos la misión de la marca.
Combiné mi blusa con un jeans (Bershka), un collar (F21) y unos zapatos de cuña (Lazo).
¡Me sentí fabulosa con mi prenda!