Este año tuve tres bodas muy importantes: la mía y la de dos grandes amigas. Cuando se casó la primera de ellas decidí armar un look con un costarricense pero que, además de servirme diariamente, me sirviera para las dos bodas.
¡Es darle utilidad a nuestras inversiones de armario!
Una de las bodas fue por la mañana, en la capital y la otra fue por la tarde-noche en Guanacaste, pero no en la playa.
Una enagua midi fue el centro de mis dos actividades. Este fue el look para la primera boda, aquí. Y para la segunda, que fue este fin de semana, utilicé la misma enagua con un leotardo con colores más llamativos como un azul klein, fresco y que me sirve para utilizar en cualquier día.
Su espalda es abierta y lo complementé con un fajón Stradivarius.
Diego Álvarez es el creador de mis piezas, es un gran diseñador nacional que he conocido a lo largo de este camino. Es maravilloso en lo que hace y se arriesga a cualquier diseño, me ha vestido para bodas, casual, y hasta un pantalón de flores espectacular. Si desean sus servicios pueden buscarlo como Diego Álvarez en Facebook o me pueden escribir que yo les paso el contacto.
Lo más valioso de este post es que el dinero que invertí me sirvió para tres prendas, que me vistieron para dos bodas, y me sirven para vestir diariamente. ¡Me costó más barato que un vestido (aprox $180) y las puedo usar más!
¡Arriesguémonos a hacer estas inversiones!
Un beso,
Ari.