La semana pasada les comenté un poco de la moda sostenible (aquí). Hoy quiero hablarles de varios actores que están colaborando con este movimiento.
Stella McCartney. Esta diseñadora es la hija de Paul McCartney y de la fotógrafa y activista por los derechos animales, Linda Eastman. Hoy cuenta con su propia marca que lleva su nombre.
Stella es vegetariana, está profundamente identificada con ese estilo de vida por lo que es una de las diseñadoras más interesadas en crear moda sostenible. No utiliza pieles en sus diseños y busca reinventarse con sus productos. Lo que a simple vista parece cuero es material PVC trabajado para lograr una consistencia similar.
Asimismo, algunos de sus diseños tienen frases que reflejan esa ideología responsable. Por ejemplo, para una de sus colaboraciones con Adidas dice, “apto para vegetarianos deportivos“ en una de las mangas de la prenda.
Corales Rojos. La Gran Barrera de Coral de Australia ha sufrido bastante por la extracción de su tesoro natural para la incorporación de la moda.
La ONG Defenders of the Wildlife reveló, por medio de uno de sus estudios, que cada año se recolectan entre 30.000 y 50.000 kilos de coral rojo y negro, los cuales son muy utilizados en la joyería y decoración.
Ante la situación, marcas importantes como Tiffany & Co. dejaron de comercializarlo y pusieron en marcha una serie de reivindicaciones para regular su comercio en Estados Unidos. Como alternativa se ha propuesto trabajar con el coral falso, elaborado de resina o plástico.
Tecnología como vehículo. Hay quienes buscan ir más allá y unen elementos naturales y sostenibilidad con la tecnología como vehículo conductual.
Hace unos días conocí de un proyecto llamado Eclipse. ¡Es lo que la mayoría de nosotras deseamos! Es un bolso formado por piezas fotosensibles que guardan energía solar suficiente para iluminar el interior del bolso y además, para un éxito rotundo, cargar nuestro celular. La energía se extrae directamente de la naturaleza para ser convertida y acumulada.
Otro ejemplo que cautivó mi atención fue el Bio-Couture liderado por Suzanne Lee, investigadora de Central Saint Martins. Ella diseñó un tipo de tejido creado por bacterias de una solución de azúcar y té verde. Es desde ahí donde los microorganismos actúan formando fibras de celulosa. Una vez creada, podía manipularse como una tela normal. En caso de que se rompa, se puede introducir nuevamente en la solución para que vuelva a generarse por medio de la acción de las bacterias.
¡Creativos a profundidad!
Espero tengan un buen inicio de semana y si hay alguien tan identificado con la moda sostenible que me escriba. ¡Saludos!
Ari.
Fotografías: pinterest.