¡Hola familia! Uno de los detalles que me llama la atención de la moda es la disputa, muchas veces interna, entre las apariencias y la realidad. Parece que demostrar felicidad, perfección, un nivel de vida interesante se convierte en una condición para un éxito aparente. Cada vez son más los blogger que sienten la necesidad de confesar sus sentimientos, de demostrar que detrás de todo hay un ser humano.
Hace unos días vi un vlog de la blogger Aimee Song durante Haute Couture Fashion Week. Se los comparto por acá. En un momento, la blogger irrumpe las imágenes de los días de París y empieza a ser sincera.
“A veces no soy feliz. Alguien me preguntaba cómo podía estar siempre tan segura de mí misma y la verdad es que lo fingía, estaba fingiendo todo el tiempo. No siempre, pero sí muchas veces. No me siento segura ni contenta, siento tristeza en mi interior. A veces me siento tan triste y tan rota por dentro. Especialmente últimamente, que siento más tristeza cuando estoy con gente. La vida de todo el mundo parece tan perfecta, pero luego me doy cuenta de que probablemente es lo que piensan ustedes sobre mi vida. Así que por eso quería compartir esto”, detalla Song en su vlog.
Esa es una de la razones por la que le doy otro sentido a la moda, a lo que llaman ser influencer. A veces la moda, verse bien, diferente, lucir novedades casi a diario nos hace empezar a correr una carrera de apariencia que, tarde o temprano, pasa la factura. No es un mal generalizado, pero sucede.
Para la mi la moda es disfrutar de nuestras vidas, de lo que nos gusta o nos deja de gustar. Lo que nos asusta, pero queremos intentar. La moda son ustedes no lo que les digan qué utilizar y qué no. Esa es la carrera de la moda que deseo correr y por la cual me dedico a compartirles.
Sucede lo mismo con el tema de las redes sociales que viene de la mano de la moda, del trabajo y de la vida diaria. Entre más likes tengamos más aceptados somos. Si tenemos más imágenes mostramos una vida más interesante. A veces nuestro primer impulso por la mañana es tomar el celular y revisar todas las redes sociales. Cuando hacemos eso, iniciamos el día con tropiezos. Al menos así me siento cuando lo hago así. Por eso es que hace unos meses les compartí como inicio mi día de manera más saludable (leer aquí).
Lo cierto es que la vida perfecta no existe. Hay que disfrutar la vida tal cual la vamos viviendo. Este tema de influencers confunde un poco o arrolla los sueños, la independencia de cada una y sus gustos. Lo más importante es que ustedes sean las influencers de su propia vida.
Un beso,