Hace varios días atrás conocí a una chica muy emprendedora. Carolina Trigueros es una de esas jóvenes que estudió diseño de modas varios años atrás, con la incertidumbre de cómo ponerlo en práctica en nuestro país.
Sus padres, al inicio, no querían que ella estudiara moda, sin embargo, la apoyaron para que probara un cuatrimestre.
Cuando la vieron tan dedicada se dieron cuenta que era su pasión y así fue hasta el día de su graduación.
“Cuando me gradué me fui a Nueva York y allá hice pasantías para dos marcas: una de carteras Fleabags y otra de ropa que se llama Hunter Dixon (Hunter Bell actualmente). Después regresé a Costa Rica y trabajé para la marca Cristel, a quienes les diseño ropa interior”, me contó Carolina.
Con el tiempo,
esta creativa se dio cuenta que debía enriquecer sus conocimientos.
“Me di cuenta que me hacían falta herramientas como de producción (rentabilidad, costos, etc) entonces saqué estudié en el Instituto Europeo de Diseño en Madrid, y ahí saqué el Máster de Dirección y gestión de Producto de Moda”, añadió.
¡En lo personal creo que es una herramienta fantástica!
Esta costarricense quería regresar al país así que ideó una marca que se adaptara a las condiciones de Costa Rica y nació Sulara, una marca de ropa deportiva.
¡Cuando lo vi en la tienda me encantaron sus tonos alegres!
“Sulara significa niña tierra, y lo elegí para que representara mucho a Costa Rica. Con la marca busco vender más allá de un producto, un estilo de vida saludable, orgánica, de comer y sentirse mejor. Entonces, no es solo la ropa sino es un concepto.
“Se me ocurrió activewear ya pensé que en Costa Rica no había una marca que manejara este idea, con telas sublimadas y deportivas. Le aposté a lo de ropa deportiva porque, hoy en día, la gente busca más hacer deporte y cuidar la salud”, me detalló esta hermosa chica.
Sulala ya cuenta con una embajadora de marca en Los Ángeles y aquí en Costa Rica pueden encontrarlas en la tienda Entre5inco, Cossfit de Rohmoser y Cariari y diretamente por Facebook.
¡Pronto les muestro los míos!
Fotografías por Rebeca Moreno.