Ya sabemos que esta pandemia ha puesto el mundo en pausa. No solo porque no podemos salir de casa sino porque las industrias se han visto afectadas: el turismo, el comercio, la industria de la moda y otras más.
Una industria muchas veces juzgada de vanal y ególatra ha tenido que replantear su futuro. Parecía sorprendente que un evento tan importante como el Met Gala, que tiene su fecha fija año tras año fuera pospuesto. Asimismo, Chanel no presentará su desfile Cruise 2020-2021 que tenía programado para el 7 de mayo en Capri. ¡Cuántos euros perdidos! De igual manera lo pospuso Dior Cruise Collection quienes planeaban presentar su colección Lecce, Italia. Así hicieron también marcas como Hermēs, Armani, Versace, Gucci, Alberta Ferreti, Max Mara, Prada, entre otras.
Todas esas casas de moda han pospuesto sus desfiles; sin embargo, las fechas no han sido replanteadas porque el futuro de esta pandemia es incierto. Todo esto resulta devastador para una industria que se mueve a base de lujo y glamour porque, ¿quién piensa ahora en qué ropa o bolso comprar? Pues me imagino que habrá quién, pero la mayoría tenemos la mirada puesta en salir de esto, en colaborar y en cuidar nuestras finanzas.
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Las sacudidas financieras están sonando con esta pandemia. Se empieza a llevar a su paso a familias, empleos y hasta marcas de ropa que en algún momento vislumbramos con su solidez. La marca catalana Rosa Clará esperaba con ansias el mes de abril para celebrar su 25 aniversario con un desfile a lo grande en Barcelona. Ha pospuesto el desfile y han cerrado tiendas de España, Francia y Perú.
La Federación de Alta Costura y Moda pospusieron el Fashion Week de caballeros y los desfiles de Alta Costura.
No todo es negativo, hay robles financieros y humanos.
Es tiempo de ayudar con mucho o poco, pero ayudar. Hay compañías de moda que lo entienden muy bien y buscan aportar de manera positiva a la emergencia mundial que vivimos.
- Bravo Amancio. El español Amancio Ortes el dueño de grupo Inditex. Sí, dueño de Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Oysho,u Uterqüe, Lefties, entre otras más. Él, por medio de su fundación que lleva su nombre, invirtió 63 millones de euros en la compra de material sanitario para combatir el covid-19. La compra abarca 1450 respiradores para las UCI, 3 millones de mascarillas para personal sanitario, un millón de kits para la detección del virus y equipamiento para hospitales.
Su propia logística de distribución ha permitido que llegara con brevedad una primera parte de la donación.
- Giorgio Armani. Este italiano de gran trayecto en los negocios donó 2 millones de euros a distintos hospitales de Milán y Roma. También ha puesto en marcha la producción de batas de un solo uso.
- YSL y Balenciaga. Ambos talleres franceses iniciaban su confección de mascarillas.
- LVMH. Este grupo de lujo francés inició con la elaboración de gel hidroalcohólico en grandes cantidades. Asimismo, ofreció al gobierno una primera entrega de 10 millones de mascarillas, valoradas en 5 millones de euros.
- Carolina Herrera. La linea de producción de CH en España fue modificada para crear batas sanitarias y mascarillas tanto sanitarias así cono también para industria alimentaria.
Alarmas encendidas en Bangladesh.
Un ciclo importante de la industria textil de varias marcas se gestiona en Bangladesh. Es ahí donde fabrican varias prendas de gigantes como Inditex, H&M y otros.
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Los gigantes de la industria de la moda han cancelado o retrasado pedidos por un valor de 138 millones de dólares. Acción que se tomó cuando los casos de coronavirus se dispararon en países de distribución importante.
La presidenta de la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladesh, que cuenta con más de 4000 miembros, asegura que dependen totalmente de sus ingresos por exportación. Intentaron que las marcas mantengan sus pedidos hasta junio.
Pero por su parte, H&M sufre la caída en la demanda global, pero aseguran que su compromiso con sus proveedores es a largo plazo.
¿Qué sigue ahora en la industria de la moda?
Por un lado están los eventos que se harán de manera virtual. Tal es el caso de Fashion Week Mexico, quienes han decidido apalancarse de Youtube para transmitir algunas de sus desfiles.
Ellos no son los primeros, la semana de la moda en Tokio se celebró por streaming y cada marca decidía como hacerlo mientras utilizara la plataforma oficial.
Hay países, como Estocolmo, que desde antes de la pandemia ya dejaban de hacer desfiles de moda tradicionales debido al impacto ambiental. Si es verdad, que surgen nuevos mecanismos para presentar las colecciones como lookbooks digitales con capacidad de girar imágenes y hacer acercamientos. Mientras que otros diseñadores orientales usan modelos digitales con sus prendas digitalizadas.
Esta crisis ha hecho más consciente la necesidad de un cambio en las pasarelas tradicionales. Por un lado, se valora el impacto ambiental y por otro un avance en la tecnología como herramienta de acceso e innovación.
Por el momento solo queda esperar hasta cuándo se extiende la contingencia de la pandemia y la recesión financiera. Ver en qué temporada nos deja parados, si primavera/verano u otoño/invierno, cómo responde el mercado, qué tanto se reactiva y estrategias para enfrentarlo. Sin embargo, ojalá que esta crisis sea el impulso definitivo para nuevas formas de presentación de colecciones en la industria de la moda.