¿Cómo vestir el alma?

Cómo Vestir el Alma: Sistema circulatorio

By Ariana Fernández

July 02, 2021

Desde hace varias semanas vengo trabajando con Nicolás el tema de los sentimientos. Lo estoy ayudando a identificarlos, a decir lo que siente sin apenarse y a saber que cada una de esas sensaciones va a pasar. Pero conforme trabajaba con él eso temas, me di cuenta que a muchas de nosotras no nos lo enseñaron.

A mí en lo personal, me impactó darme cuenta que soy una de esas personas. Me percaté porque vi cómo mi hijo guardaba sus sentimientos al igual que yo guardo los míos.

Qué maravilla que son los hijos(as), vienen al mundo a enseñarnos tanto.

Eso me hizo darme cuenta de varios detalles. Primero, muchas veces ni siquiera nosotras como adulas sabemos identificar lo que sentimos y cuando tenemos la suerte de sentir, los callamos.

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Segundo, porque hay un hueco real en nuestra historia (no generalizo) donde nos suprimieron los sentimientos: ¨no llores, no es nada¨, ¨ay que feo(a) te ves enojado(a)¨y podría seguir.

Tercero, a veces nos permitimos sentir cuando nadie nos ve, en silencio y con culpas innecesarias.

A veces amanecemos inmersas en sentimientos de ayer, de antier, de hace años y con la esperanza de que el día vaya mejor. En su mayoría de casos sin ser consciente de todo aquello que nuestra alma suspira. Quizás es mejor o quizás no. Solo empezamos a sentir más y más. Todo se convierte en una bola de nieve.

De un pronto a otro, de adultas nos damos cuenta que de sentimientos sabemos muy poco. Que necesario es ser entrenadas para sentir, para llamarlos por su nombre y saber pedir ayuda cuando el sentimiento no nos deja ver el camino.

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He empezado a pensar que los sentimientos son como el sistema circulatorio. Percibimos una emoción que viaja por todo nuestro cuerpo. Algunas suben de pies a cabeza y nos hacen estremecer cada parte de nuestro cuerpo. Es verdad que nos pueden paralizar, pero las emociones sentidas, llamadas por su nombre y trabajadas nos oxigenan, nos remueven y nos conducen a un mejor puerto.

Es injusto pensar que los sentimientos son malos o que nos entorpecen la vida porque la realidad es que la vida está hecha para sentirla y vivirla en su totalidad. Está hecha para que nosotras la recorramos y no que la vida nos pase por encima. Nicolás me ha hecho entender que mis sentimientos son como mi sistema circulatorio y entre más lo cuide, lo sienta y lo viva: mejor me irá.

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