Por: María José Acuña Valverde.
Creo que todos estarán de acuerdo con que a este mundo vinimos a vivir, a disfrutar, experimentar y sacarle el jugo al ratito. Ejemplo de esto, es la diseñadora que conoceremos en esta ocasión.
Ella es Daniela Romero. Como buena tica es amante de la naturaleza. Le gusta practicar yoga y meditación e intenta llevar una vida más zen. Ama la comida, en especial la asiática. Su género musical favorito es el reggae roots porque la transporta a Puerto Viejo, un lugar muy representativo para ella.
Siempre tuvo la inquietud por explorar el mundo y así ha sido. A sus 20 años viajó a Europa para conocer y trabajar. Ya lleva 6 años fuera del país y ha visitado varios lugares como: casi toda Europa, Tailandia, Bali, Vietnam, Japón, África, Kenia y Guatemala. Nos cuenta que todos estos viajes son económicos, nada muy extravagante y lo más cercano a la gente y costumbres de los lugares posible.
Ha trabajado fuerte para conseguir esas experiencias, como en limpieza o siendo bartender. Actualmente se dedica en tiempo completo a su marca Puerto Viejo Collective.
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Vive en Madrid, y podría decir radicada, pero Daniela definitivamente no pertenece a un lugar específico. También ha vivido en Mallorca, Málaga y Londres. De momento Madrid es por un tema estratégico, sin embargo, viaja gran parte del año.
“Yo no siento que esté radicada en ningún sitio. Siento que estoy en todo lado. Creo que vivo mi vida de una forma muy libre y trato pues eso, de no apegarme mucho a un lugar, a no tener muchas cosas para moverme fácil. Yo estoy aquí hoy, pero tal vez mañana siento que no pertenezco”.
Como ha sido la constante, debíamos saber cómo es el clóset de esta diseñadora. Nos dice que es bastante pequeño y cuenta con lo básico y necesario únicamente. Además, que como ya conocimos, al no estar por mucho tiempo en un solo lugar, no puede tener mucho.
“Si el closet de un diseñador es muy grande o con muchas cosas yo soy el fraude total. Tengo un clóset súper pequeño. Cierto que antes tenía muchísima ropa, pero desde que me empecé a mover a un estilo de vida más sostenible dejé de comprar ropa. Hace más de 2 años que no compro, o me la hago o remiendo la que ya tenía. También soy enemiga de acumular. Pero contestando a la pregunta, tengo camisas blancas, faldas porque no me gusta usar pantalón y muchas chaquetas, pero a muchas chaquetas me refiero 3, una de invierno, primavera y otoño. Al final te das cuenta que no necesitas mucho. Tengo como mil bikinis”, nos contó.
Diseño de modas.
Crear siempre ha sido su naturaleza.
“Siempre he sido muy artística. Pintaba, dibujaba y creaba cosas con las manos. Eso se lo amerito mucho a mi madre, porque nosotros éramos una familia de bajos recursos, éramos 4, y mi mamá soltera. Siempre recuerdo que cuando le pedíamos algo para la escuela ella siempre nos decía que no lo íbamos a comprar, lo haríamos en casa. Tal vez su razón era que no tenía el dinero en el momento, pero ella no nos lo decía y al forzarnos de alguna forma a crear las cosas con lo que teníamos nos estimuló muchísimo la creatividad, a mí en especial”.
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Empezó a diseñar hace 6 años con Puerto Viejo Collective que es una marca de bikinis y accesorios. Inició el proyecto porque no había bikinis que le gustaran y compraba algunos cómodos de precio y los modificaba, esto sin tener estudios o conocimiento en moda. Después agregó la parte de los accesorios. Esta joyería la hace en gran parte con conchitas de mar que quedan en las redes de los pescadores. Que además es valioso recalcar que una vez que sacamos estas conchitas de su hábitat natural no se pueden devolver al mar, por lo que nunca debemos recogerlas cuando vamos de paseo a la playa, o estaríamos alterando el ecosistema. Ellas sirven de alimento y refugio para muchas especies.
En el 2017 inició sus estudios de moda en Madrid. También llevó algunos cursos como Patronaje Cero Residuos y algunos otros en Japón y Guatemala, donde aprendió diferentes técnicas de teñido.
Entre su diseño ha rescatado y reutilizado textiles y con esto creó una colección cápsula llamada Reclaimed the label. Por ejemplo, los Sarees. Este es un atuendo femenino colorido y bordado que prevalece en la India. Cuando ya están dañados o muy viejos se desechan. En Guatemala también compraba los cinturones que usaban las mujeres indígenas para crear correas para cámara o bolsos.
Nos dice que para ella era importante recalcar el valor de trabajo de bordado, pedrería, teñido y demás que llevan estas piezas tan hermosas y confeccionadas a mano que mantienen en estos países.
Su trabajo lo define como natural. Siempre con la esencia del reciclaje, tejidos orgánicos, teñido natural o final de rollo y stock muerto.
“Todos mis tejidos son 100% naturales como algodón, lino, seda y los tiño con tintes y mordientes naturales”.
Moda sostenible.
Conforme hemos ido conociendo a Daniela, sabemos que su objetivo principal es la moda sostenible. Cuidar el planeta, reutilizar textil en la medida de lo posible, teñir de forma orgánica y desde ese punto aportar un grano de arena y en la medida de lo posible, ser agente de cambio.
“Para mí sería un sueño enorme. No solamente transmitir ese mensaje a Costa Rica, sino que a Latinoamérica que ahora está saliendo mucho en el mapa de la moda. Quisiera re educar al público. Siento que es muy difícil hablar de sostenibilidad en Costa Rica porque la gente valora más que sea barato e ignoran todo el trabajo que hay detrás o el costo real que tiene para otras personas. Me encantaría poder ser una de las personas, porque no soy la única que habla de esto y que a través del Fashion Week donde tenemos una voz y una puerta, hacer resonar este mensaje un poco más de valorar toda la intervención textil.
Lo mencionamos antes nosotras, tenemos tantas cosas en el armario que no queremos dejar ir. Yo tengo esta prenda, pero tal vez lo que necesito es teñirla o intervenirla y amaría que la gente introduzca este concepto a su día a día. No se va a acabar el comercio porque la gente compre un poco menos, es generar trabajos nuevos implementando estos servicios que no solamente podrían reemplazar esto de comprar moda rápida si no también ayudar al planeta”, afirmó.
Aproximadamente a partir del año pasado este tema ha tenido más auge en nuestro país. ¿Cómo puedo unirme a la moda sostenible o a contribuir un poco por este lado?
Romero nos dice desde su perspectiva, que lo más importante es investigar. En cuanto conocemos el impacto que tiene la industria de la moda, la mente empieza hacer esa conciencia. De construir mucho de lo que traemos desde siempre.
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“Yo no siempre tuve esta mentalidad, pero si tienes conciencia y empatía empiezas a hacer esa transición. Si empiezas a ver que el 30% de la contaminación del agua viene de tintes y lavados de la industria de la moda y eso es mucho y se olvidan que en Latinoamérica siempre se ha teñido de forma natural, que es de una manera más lenta, pero se puede.
Creo que tampoco podemos pensar en feminismo consumiendo moda rápida cuando aquí es donde más se explotan mujeres y niños. Para hacer un poco de reflexión, necesitamos indagar”.
Costa Rica Fashion Week.
Esta es la primera vez que Daniela va a participar en un evento de este tipo. Aunque tiene su marca y distintos trabajos realizados, será su primera pasarela.
“Ha sido una gran ilusión porque es cierto que, aunque tenga otros proyectos, nunca me he presentado en un desfile y todos los diseñadores de alguna u otra forma deseamos tener esa oportunidad, es como parte de estar en este mundo. Conseguir la primera vez es muy difícil y es algo que me tiene sumamente agradecida porque una vez tengas la primera oportunidad muchas cosas pueden pasar”.
Ella trabaja con una modista y costurera que también vive en Madrid y con una diseñadora gráfica que está en Costa Rica. Nos cuenta que está agradecida con su equipo porque sin ellas no sería posible. Además, las prendas de la colección llevan su nombre y el nombre de modista quien es la que hace la confección.
“Una marca no es un nombre ni es la persona, es todo el equipo y yo sin estas personas no podría hacerlo todo”, añadió.
En esta edición va a presentar la colección llamada: Cultura y arte Latinoamericano, Desde Mi Jardín.
A grandes rasgos de lo que nos contó, ya que es una colección sorpresa, podemos decirles que las prendas cada una lleva al menos 30 o 40 horas de dedicación, no solamente por el patronaje si no también por el tipo de teñido. Son fondos de armario llevados a otro nivel de innovación como la típica camisa blanca de botones con color nuevo y diseño.
Se inspiró en algunos cuadros del artista Diego Rivera, donde muestra la femineidad de la mujer con mucho color y flores.
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Además, «Desde mi jardín» porque casi cualquier planta que tengamos en el jardín sirve como mordiente natural utilizado en su colección.
Debido a la pandemia por el COVID-19, Daniela no puedo viajar a Costa Rica. Sin embargo, sí podremos ver su colección este próximo octubre.
En Closet Hispano estamos ansiosas por conocer este trabajo tan maravilloso, consciente y amigable. ¡Fue un honor conocer a Daniela y le agradecemos también por el trabajo que real!