Por: Angie Fernández, psicóloga.
Me gustaría empezar diciendo que el titulo original de este texto era “hábitos saludables para aprender a combatir la ansiedad” hasta que me cuestione ¿En qué momento esto se convirtió en una batalla? Realmente la ansiedad no se combate, no es una guerra que tengamos que ganar, me gustaría saber en qué momento nos convencieron de que la ansiedad es la mala del cuento.
La ansiedad puede ser esa gran oportunidad para conocernos aún más, para explorar espacios en nuestra mente que no conocíamos y para saber qué tan fuertes podemos llegar a ser.
En el momento que nos diagnostican con ansiedad, o con un perfil ansioso puede sonar a una sentencia, sin embargo, también puede ser el momento perfecto para empezar a modificar nuestros hábitos.
Aprender a vivir con ansiedad significa identificar cuáles son aquellas situaciones que me puede desencadenar los pensamientos invasivos que la provocan y aprender a sentirla; y sí, hablo de sentirla y no de “controlarla”, porque realmente el control termina siendo una ilusión.
Cuando aprendo a vivir con ansiedad la acepto tal y cuál es, aprendo a sentirla, a respirar y decir “sí, mi mente tal vez se está preocupando por cosas que no suceden o que ya sucedieron y no puedo cambiar, pero yo hoy aquí consciente, decido anclarme y vivir mi momento presente con mi mejor versión”, sé que escribirlo o leerlo es mucho más fácil que aplicarlo, pero es totalmente posible lograr esto cuando yo decido empezar un proceso para tratarlo.
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Cuando el trastorno de ansiedad no se trata puede producir una serie de consecuencias físicas, cognitivas y conductuales severas que a largo plazo pueden poner en grave riesgo la salud a nivel integral, por eso es indispensable darle la atención necesaria e implementar hábitos que día a día nos ayuden a tener una mejor calidad de vida.
Los hábitos saludables no son una receta mágica, lo que le funciona a una persona puede ser que a otra exactamente con la misma situación no le funcione, todos somos diferentes, por lo tanto aquí te dejo alguna recomendaciones que quizá te funcionen y sino, al menos te pueden servir para crear tus propios hábitos.
Hábitos saludables:
- Buscar ayuda psicológica
- Practicar ejercicios de respiración diariamente.
- No tratar de “no pensar”, cuanto más lo intentamos más recurrentes son los pensamientos. Aprendamos a escuchar los pensamientos desde otra posición que no sea la del miedo y el juzgar, es mejor observarlos como algo externos a nosotros que simplemente está pasando.
- Enfocarnos en el momento. No podemos volver al pasado y no podemos predecir el futuro.
- Realizar alguna actividad física (correr, nadar, bailar, yoga, ejercicio funcionales)
- Alimentación saludable.
- Reducir o eliminar sustancias como el alcohol, la cafeína o drogas psicoactivas que pueden detonar la ansiedad.
Aprendamos a ver la ansiedad sin miedo, relacionémonos con ella desde el amor, la empatía y el respeto, ella no está aquí para hacernos daño, está aquí para fortalecer nuestra relación con nosotros mismos.
Jung decía “Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma. Aquello a lo que te resistes, persiste”; quizá el mejor habito es abrazar nuestra ansiedad (mucho mejor si es en un proceso terapéutico) y trabajar para que esta nos transforme en nuestra mejor versión.
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