Robin es uno de los cinco personajes principales de How I Met Your Mother (Cómo conocí a vuestra madre, en español). Durante su adolescencia, fue una estrella pop en Canadá, su tierra natal. Sin embargo, inicialmente escondió su carrera musical de sus amigos estadounidenses, quienes la conocieron como periodista.
Antes de tener su trabajo soñado, Robin lidió con jefes y compañeros tediosos, humillaciones en televisión nacional y madrugadas trabajando para un show sin televidentes. No obstante, los obstáculos y dificultades que se presentaron en su camino, nunca la desanimaron. Su persistencia, dedicación y carácter la llevaron a la cima.
Estas son cinco de las muchas lecciones que nos deja uno de nuestros personajes de televisión preferidos.
1. El éxito no llega de la noche a la mañana.Robin tuvo que pasar por diversos trabajos antes de volverse una reconocida y exitosa presentadora de noticias en el 2030. Desde que llegó a Nueva York en el 2005, estaba dispuesta a trabajar duro para convertirse en quién siempre quiso ser.
Toma trabajo, tiempo y dedicación alcanzar nuestras metas; y está bien no lograrlo en el primer intento. Vale la pena esperar por lo que realmente queremos.
2. Debemos arriesgarnos para alcanzar lo que tanto deseamos. Tras ser rechazada para el puesto que quería, a Robin le ofrecen el trabajo de corresponsal en el extranjero. Sin más que pensar, lo acepta y se muda a Japón, donde por fin cubre “noticias de verdad”.
Nunca está de más tomar riesgos con el fin de cumplir nuestras metas y ser felices. No siempre será la decisión más cómoda o fácil, pero de Robin aprendemos a salir de nuestra zona de confort y experimentar más, sin temor a fracasar.
3. La tolerancia es indispensable. Aunque en ocasiones le resultaba difícil convivir con su copresentador en Metro News 1, Sandy Rivers, y con su compañera en World Wide News, Patrice, Robin logró desenvolverse correctamente en su lugar de trabajo.
La clave está en mantener un ambiente agradable y no permitir que los asuntos personales se interpongan en el ámbito laboral. Para ello, son vitales el respeto y la paciencia.
4. Debemos hacerlo por y para nosotras mismas. A lo largo de toda su vida, Robin buscó la aprobación y apoyo de su padre. Durante muchos años hizo lo que él quería que hiciera, solo para satisfacerlo. Más adelante, se dedica a lo que realmente le gusta, y lo hace para ella misma.
Nada nos va a hacer sentir tan plenas como invertir nuestro tiempo en actividades, trabajos y hobbies que nos hagan felices. Las personas que más nos aprecian son aquellas que se alegran por nosotras y nos hacen sentir su orgullo.
5. La pasión es lo más importante. Los primeros trabajos de Robin nunca fueron sus favoritos. Recibió burlas de los alumnos de su amigo Ted, cubrió historias que consideraba irrelevantes, tuvo momentos vergonzosos al aire y madrugó por años para un programa que nadie veía. Pero la pasión y determinación de triunfar fueron mayores.
Mayores que las dificultades que topemos, deben ser nuestros sueños.