Soy amante de los bolsos y los zapatos. Sueño con tener un bolso de cada marca y vivir la experiencia que me transmite cada uno de ellos. En París tuve la oportunidad de conocer el gran viaje llevado por Louis Vuitton desde 1854 hasta hoy, en su exhibición Volez, Voguez, Voyagez. Sin embargo, hoy esta exposición se traslada hasta Nueva York, al American Stock Exchange.
La cita la tuve en el Grand Palais de París. Desde que entré supe que Louis inició creando maletas para viajar. Ese fue su secreto, acompañar cada recorrido, aéreo, marítimo o terrestre, simplemente exaltaba el arte de viajar.
Sus bases eran de madera y tenían la forma de baúles. Su estructura y ciencia de proteger todo lo que cargaban adentro me dejó muy asombrada. Eso fue lo que más me gustó que, a lo largo del tiempo, la marca buscó que los viajeros se sintieran cómodos y que todas sus pertenencias estuvieran intactas. Con el avance de los medios de transporte logró evolucionar en sus creaciones. No hubo medio transporte que escapara de Vuitton.
El negocio ha logrado sobrevivir en manos de su familia y después con diseñadores que han comprendido la columna vertebral de la marca y de la mano de la modernidad como por ejemplo: Marc Jacobs.
Si quieren hacerse de uno, yo no dudaría en recomendarles ese que les transmita esa esencia viajera. ¡Los bolsos deben tener ese calificativo de las marcas! Mi favorito es uno que cargaba una máquina de escribir y varios libros, ¡muy apto para mi! Ahora le haría modificaciones como para incluir mi cámara fotográfica, algo de partencias, en fin ajustarlo a mis necesidades.
Les comparto algunas fotografías que pude hacer para que se den cuenta del viaje, literal, que ha vivido Louis Vuitton. Muchos de los bolsos son desde sus inicios y otros son modelos similares creados en tiempos más actuales y que dejan plasmado el legado Vuitton.
Lo más importante es que esta exposición estará en Nueva York hasta el 7 de enero del 2018. Si van por allá, se las dejo como recomendación.
Un beso,