Hay tanto que contarles desde esta ciudad. Mucha inspiración, aprendizaje, aires distintos, normas diferentes, en fin. Primero quería decirles que ya tenemos piso, así que pronto les compartiré unos tips para poder hacer de un espacio pequeño todo un hogar.
Las primeras semanas cuando uno llega son de carreras. Entre apartamentos, trámites de empadronamiento, materias de la maestría y demás, los días se pasan volando.
España, sé que muchas de ustedes han estado por aquí, es fascinante. Al ser una ciudad algo cosmopolita, alberga muchísimos gustos para la industria de la moda. No hay un parámetro de lo que es correcto o no, aunque siempre tenemos cánones, las personas optan por ser ellos mismos. Hay muchísimos gustos en convergencia pero, al fin y al cabo, cada quien es único.
La ciudad corre rápido pero de manera agradable. Usualmente, dedican horas laborales donde se centran en eso: trabajar. Durante el almuerzo, de 15 – 17 horas, muchos locales cierran. Después, dedican tiempo a compartir entre amigos, compañeros, familia, en fin, con grupos. ¡Siento que tienen tiempo para todo!
Madrid hospeda a personas de muchísimas partes del mundo por lo que se aprende a ser tolerante, comprender gustos distintos, escuchar las opiniones diversas pero constructivas, soportar un no como respuesta, en fin se aprende a respetar lo que creemos diferente.
Al tener las cuatro estaciones, evolucionan constantemente. Siempre están cambiando de ropa, de clima, las personas van y vienen. ¡Todo fluye!
Entre la maestría, escribirles y los procesos del país no he podido ir de compras pero apenas vaya se los comparto por mi snapchat: closethispano. Por ahora, les comparto varias fotos que he hecho por los caminos que me encuentro.
Un beso muy grande,
Ari.
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