Desde hace varios días atrás he querido escribirles esto. Y quizás conforme lo lean se pregunten qué tiene que ver con el blog, pero les cuento que para mí es importante, antes de vestirme: arreglar mi alma.
Elegir nuestras prendas adecuadas, el maquillaje y los accesorios siempre es necesario, sin embargo, creo fielmente que también debemos vestir el alma. Eso que viene desde muy adentro de nosotros y que por ende se transmitirá en el rostro, en nuestro vestir, en nuestro caminar, en la autorrealización y sobretodo en nuestras acciones.
Cuando vivimos peleados con otros o con alguna situación, si estamos llenos de amargura o rencor, o si nos insultamos sintiéndonos feos, todo eso se proyectará y nada de lo que nos pongamos nos hará sentir mejor.
Sé que hay días de días. A veces amanecemos con las pilas bajas o nos salió un punto negro en el rostro (y suelen aparecer donde más se ven), pero cuando estamos en constante aceptación de nosotros mismos podremos sobreponernos a esos días bajos.
A mí me sucedió, tiempo atrás, que me rodeé de personas para las que era muy importante tener un cuerpo voluptuoso (senos y ojala bastantes nalgas) y yo no lo tengo. No pasaba de tener una linda sonrisa pero eso no era suficiente. Y aunque esa etapa en algún momento me marcó, tuve que aceptar lo que tengo y agradecerlo. ¡Me marcó para bien porque así lo decidí!
Hoy, soy feliz como soy. Así de delgada a veces paso desapercibida ante tantas chicas con cuerpos llamativos pero eso no me determina. Y a lo que quiero llegar con esto es que estoy segura que todas tenemos algo que rescatar de nuestra apariencia que nos hace únicas ¡descúbranlo y explótenlo!
Hay chicas con unos ojos grandes y hermosos. Hay otras con curvas más definidas. Otras con una sonrisa muy llamativa. En fin, hay cualidades de cualidades, sepan definirlas y aprovéchenlas.
Para iniciar ese cultivo del alma es bueno aceptarnos tal y como somos. El autoestima es uno de los regalos que más hay que cuidar como para depositarlo en las manos de otros.
Una vez vestida mi alma opté por un color bien alegre que no suelo usar mucho: el amarillo. Un total look de la nicaragüense Norma Gómez Saavedra. Me encantó por su practicidad y porque ese día brillaba desde adentro. Mis accesorios son de la venezolana Diana Parés (aquí). Pueden adquirir las piezas en la tienda Latin Catwalk, ubicada en el Centro Comercial La Paco.
Pronto les cuento más. Un abrazo,
Ari.
Imágenes por nuestro fotógrafo Daniel Benavides.