Yo estaba en la Toscana cuando decidimos irnos a Venecia. El tren duró varias horas porque prácticamente es ir de extremo a extremo de la dulce Italia. Para nosotros Venecia era una parada obligatoria dentro del viaje. Podemos obviar varios rincones de Italia, pero Venezia es un destino mundial. Quizás hay personas que no sueñen fervorosamente con estar ahí, pero es un Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que nuestros ojos tienen que admirar.
Para los que no lo tienen muy claro, Venecia es un conjunto de islas ubicadas en la Laguna de Venecia. Son 118 con aproximadamente 45 puentes, la única forma de acceso es por tren o por bote, en su interior no hay autos, ni motos, ni bicicletas. Caminando es como se disfruta este rincón del mundo.
Debo confesar que llegué por la noche, la mayoría de lugares cierra temprano, sus pasillos son muy oscuros, se escucha el agua golpear las paredes de las casas cuando cruzas un puente y en realidad me parecía algo tenebroso.
Al día siguiente regresé desde temprano y es simplemente hermoso. Entre colores, edificios muy antiguos, calles estrechas y canales. Es inevitable no detenerse a contemplar y probar las máscaras venecianas. Entre la Bauta, el Gatto, la Dama, bueno es que no había una que no expresara ese grito artístico. ¡Entre más papel maché más valor artesanal!
Otro de los mega tesoros son Murano y Burano. Son otras islas a las que quisimos llegar gracias a un taxi acuático, lanchas o el vaporetto. Murano es el paraíso del vidrio soplado, justo vimos una demostración de cómo es el proceso. Así que en la isla hay muchísimas ventas de productos de este vidro artístico. Las casas están deterioradas y más abandonadas, pero eso le da un aire muy propio. Burano, por el contrario, esta llena de casas de colores vivos. De un azul se pasa a un amarillo, a un rosa, al verde, no hay casita que pase sin ser vista. Es una isla dedicada a la producción de encaje de hilo.
También les cuento que fuimos a un bar muy clásico de Venezia, Harry’s Bar fundado en 1931. Dice que ahí fue donde inició el Carpaccio justo en 1950.
Venecia es toda una riqueza cultural desde lo que podemos ver a simple vista hasta lo que podemos llegar a aprender de su cultura, de su música y de cada sorpresa escondida entre sus callejones.
¡Un beso!
Ari @closethispano