Antes de que llegara el coronavirus a nuestra vida, pensar en tener las defensas y el sistema inmunológico en un buen nivel quizás no era tu prioridad. No porque no lo fuera, sino porque al sentirnos bien damos por hecho de que nuestro organismo está en un buen nivel.
Pero cuando llegó el coronavirus muchas personas sintieron la necesidad de atender su sistema inmunológico y fortalecerlo. Lo cierto es que, independientemente de lo que acontezca a nuestro alrededor, es bueno mirar hacia dentro constantemente y velar por nuestro cuerpo de manera continua.
Es por eso que te quiero compartir algunos detalles importantes para tener nuestras defensas en muy buen nivel. Sin embargo, no te desesperes y ve paulatinamente cuidando tu organismo.
Atención al selenio y al zinc.
Tener una concentración suficiente del selenio en la sangre permite tener un sistema inmunológico con mayor capacidad defensiva. Los alimentos que contienen selenio son mariscos y nueces. Sin embargo, los podemos encontrar también en productos de origen animal como el pollo, la carne vacuna; legumbres y hojas verdes.
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Algunas personas optan por un suplemento de selenio. Pero hay que tener mucho cuidado porque los multivitamínicos a veces no permiten la correcta absorción del selenio. Lo que es mejor consumirlos individualmente.
De manera muy similar sucede con el zinc, el cual tiene que consumirse por nuestras dietas. El zinc ayuda muchísimo a evitar infecciones. Se puede consumir de manera adicional según la cantidad que el médico indique, porque de lo contrario puede ocasionar toxicidad. Algunos productos que cuentan con zinc son pavo, camarón, pollo, pescado, hígado, germen de trigo, cacahuates (maní), almendras, entre otros.
El ajo.
Funciona como anti- bacteriano, anti- viral, anti- fúngico. Asimismo disminuye la presión arterial y el endurecimiento de las arterias. Se puede ingerir en cápsulas o bien añadiéndole a nuestros alimentos. Si optas por las cápsulas es mejor hacerlo de manera paulatina porque puede afectar el estómago de las(os) más sensibles. ¡Imagínate un pan de ajo o un pescado al ajillo!
Arándanos.
Deliciosos y refrescantes.Tiene propiedades antioxidantes y protectoras. Ayudante manera especial al Sistema de defensa del tracto respiratorio. Una manera de consumirlos puede ser en refresco o en pancakes.
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Pollo.
A veces cuando nos enfermamos siempre pensamos en una sopita de pollo. No es casualidad. Cuando los virus invaden tejidos del sistema respiratorio superior, cierto tejidos del cuerpo suele inflamarse como mecanismo de defensa. Asimismo, los glóbulos blancos llegan a la zona causando mucosidad. Al parecer la sopa de pollo detiene ese movimiento defensivo de las células y evita la aparición de la mucosidad.
El pollo tiene vitamina B6, la cual funciona en la elaboración de glóbulos rojos. Los huesos del pollo en el caldo suelta nutrientes que ayudan a la inmunidad de los intestinos.
Cúrcuma.
Se ha utilizado en muchas culturas como un ingrediente antinflamatorio de enfermedades como artritis ósea y reumatoide.
Espinacas.
Contiene vitamina C, pero su fuerte son los antioxidantes y beta carotenos. Ayuda a combatir infecciones, contribuye en la división celular y reparan el ADN. ¿Qué tal en pancakes, en pasta o en huevos por la mañana? El calor aumenta su contenido de vitamina A.
Jengibre.
Es ideal para desinflamar, principalmente dolores de garganta. También ayuda a combatir las nauseas. Reduce dolores crónicos y colesterol.
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Champiñones.
Hablamos de selenio en el punto uno. Pues en conjuntos con los champiñones y su vitamina B riboflavina y niancina aumentan las defensas del cuerpo. ¿Pasta con hongos? ¡Qué delicia!
Es cuestión de ponernos creativas para incorporar estos ingredientes en nuestros alimentos diarios. Un beso,
Ari.